2 de septiembre de 2008

VISITA A BODEGAS LÓPEZ DE HEREDIA VIÑA TONDONIA


BODEGAS LÓPEZ DE HEREDIA VIÑA TONDONIA

El pasado mes de agosto Adictos a la Lujuria tuvo una cita con la historia, una cita con un modo de hacer vino condenado a desaparecer en pro de vinificaciones más rentables o más acordes con los gustos globalizados.

Bodegas López de Heredia Viña Tondonia conserva tras más de 125 años desde su fundación, las mismas instalaciones, viñedos y métodos de vinificación, en una clara apuesta por la tradición, la lenta crianza y envejecimiento en viejas barricas de roble americano fabricadas y reparadas en la propia tonelería de la bodega, tonelería que se visita en el recorrido turístico por la bodega ( gratuito con cata al final), en el que se hace hincapié en la clara apuesta por el roble viejo con poco aporte de madera y lentas crianzas rechazando el vino de los tres primeros años de vida de cada barrica nueva, quizás fuese lo más curioso de la visita si tenemos en cuenta que hoy en día lo normal es que se tiren las barricas de más de tres años.

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La visita a Bodegas López de Heredia Viña Tondonia es una cita obligada para todos los amantes de la cultura del vino, desde el pabellón de entrada, donde comenzó todo, hasta la salida por uno de los laberintos a la orilla del Ebro, laberintos realizados por picapedreros vascos hace más de un siglo, viejas barricas con dobles agujeros, sala de crianza de los viejos Viña Tondonia Blancos ( comercializados con casi 20 años de crianza)......todo un agradable paseo conociendo y saboreando en la cata final dos clásicos de la Rioja un blanco y un tinto responsables de dar prestigio y nombre a una bodega de gran reconocimiento mundial por su modo de hacer que al fin de cuentas es el tradicional de una zona.

A continuación os invitamos a conocer en detalle a través de la información extraída de la pagina web de la bodega, desgraciadamente no es comparable con el disfrute de la visita y no podreis adquirir esos raros vinos dificilísimos de encontrar fuera de la Rioja de Viña Gravonia 1998, Viña Tondonia del 1989 ( ambos blancos) o un singular rosado, Viña Tondonia 1997 sin olvidar sus tintos, de más fácil acceso, Viña Cubillo 2002, Viña Bosconia 2000................ pero poco a poco Adictos a la Lujuria intentara dar a conocer a algunos de estos clásicos riojanos a través de las notas de cata que publicaremos tras salir bien surtidos de la moderna tienda de la Bodega.



Bodegas López de Heredia Viña Tondonia

En la mítica ciudad de Haro, capital de La Rioja Alta, tal vez donde mejor se produce la extraordinaria suma de coincidencias entre la bondad del clima y severidad de la tierra, se encuentran las Bodegas López de Heredia, las más antiguas de Haro y una de las tres primeras de La Rioja.

Allá por el año 1877, y fruto de las inquietudes creadas a mediados de siglo por la llegada de los negociantes vinateros franceses (venidos a La Rioja para solucionar los problemas causados por la filoxera en sus viñedos), fue cuando Don Rafael López de Heredia y Landeta, profundo conocedor y buen alumno de estos profesionales, decide seguir sus pasos y comienza a planificar y construir lo que hoy es la bodega.


Tan sabia y meticulosamente, que esta especie de catedral del vino, al igual que las auténticas, se encuentra todavía inacabada y quizás proviene de ese espíritu aún latente del fundador la sensación que se respira, al pisar sus naves, de haber viajado retrocediendo en el tiempo.

Entre 1913 y 1914, Don Rafael López de Heredia y Landeta, a la par que iba cimentando sus instalaciones industriales, llevó a cabo la plantación "Viña Tondonia", dando origen al producto más conocido de la bodega. Viña Tondonia es un hermoso viñedo de más de 100 hectáreas, situado a la margen derecha del río Ebro, donde se cultivan las viníferas más típicamente riojanas. López de Heredia posee además otros tres viñedos, enclavados igualmente en la zona alta de la Rioja, denominados "Viña Cubillo", "Viña Bosconia" y "Viña Zaconia".

Los viñedos ocupan una extensión total de 170 hectáreas, con una producción media anual de unos 800.000 kilos de uva, que se destinan a la elaboración de los vinos de la más alta calidad. La estratégica situación de los mismos, la calidad excepcional de las plantaciones, así como de las variedades empleadas, tienen su complemento imprescindible en una magnífica bodega, cuyo proceso de creación fue similar a la plantación de los viñedos, lentamente, con el máximo cariño.
Hoy en día, estas instalaciones constituyen un modelo. Bodegas R. López de Heredia Viña Tondonia se asientan sobre una superficie total de 53.076 metros cuadrados, de los que 19.718 se hallan edificados, correspondiendo 3.433 metros cuadrados a la bodega subterránea, con calados de hasta 200 metros de largo, a una profundidad de más de 10 metros, perforados en el corazón de un colosal bloque de piedra arenisca, a cuyos lados se prolongan hileras interminables de barricas (cerca de 15.000 barricas bordelesas se guardan en sus entrañas).

Fundación y Filosofía

A partir de los conocimientos adquiridos en su relación con los negociantes franceses residentes en Haro y apoyado en sus estudios de comercio y contabilidad realizados durante su estancia en Bayona, D. Rafael López de Heredia y Landeta comienza un proceso de elaboración de vinos, una vez que los empresarios bordeleses habían regresado a su país; partida motivada por el cambio en la política arancelaria y de aduanas, que hacía muy dificil la exportación de vinos a Francia. Por esta razón D. Rafael decide perforar el Calado, para obtener un espacio subterráneo donde apilar las barricas en las que comienza la crianza de sus vinos. Ya en ese momento del cierre de las fronteras francesas, en 1892, nuestro fundador tenía previsto elaborar vino, primero con uvas procedentes de las viñas de la región y posteriormente, adquiriendo terrenos donde plantar sus propios viñedos, completando así el proceso productivo.

Selección y amor. Dos palabras que se convirtieron en la Biblia de sus vinos, máxima que R. López de Heredia Viña Tondonia ha estado y está predicando durante más de un siglo. Más de cien años en los que, a través de cuatro generaciones y pese a las continuas y tentadoras ofertas de multinacionales, empresas éstas que absorben todo tipo de negocios, R. López de Heredia Viña Tondonia sigue siendo una bodega unifamiliar en la que las cuatro generaciones que han la han dirigido, han proseguido la filosofía y las máximas laborales y sociales implantadas por su fundador hace más de 131 años.

La tradición y la convicción: atributos centenarios

En nuestra Bodega, el proceso de elaboración de vinos es un acervo familiar que se transmite de generación en generación; es una mística presente en nuestra labor cotidiana, arraigada en la perennidad de la tradición y en la convicción profunda de la validez y vigencia de nuestros métodos.

Mencionamos la tradición, en este caso, no como idea alusiva a inmovilismo, estancamiento, oposición al cambio o autocomplacencia, sino como concepto dinámico y estético emanado del mantenimiento de unos valores y criterios que se definen y permanecen a lo largo del tiempo, lejos de modas más o menos pasajeras, y que se evidencian en nuestro quehacer ya centenario.

Sin embargo, somos conscientes de la continua alternancia que nos marcan las pautas y gustos actuales del consumidor y las innovaciones que se producen en el mundo vitivinícola. Por ello, la apertura al cambio, la flexibilidad en los criterios, el inconformismo y la autocrítica son elementos que nos deben permitir afrontar el futuro con decisión, y fortalecer la creencia, si cabe, en nuestro propio modelo, en nuestra idiosincrasia.

Hacedor de esta idiosincrasia es el legado de nuestros antecesores, compendio de cualidades y actitudes positivas, y con las cuales nos sentimos plenamente identificados. Nuestro compromiso actual y de futuro se puede sintetizar en dos lemas que impregnan la trayectoria de López de Heredia:

· La profesionalidad, como cualidad para ofrecer al consumidor un producto diferenciado, de calidad suprema, en nuestra faceta de artesanos, viticultores y elaboradores de vino.

· La ética, como norma de conducta empresarial y de talante personal, promoviendo el bienestar de todos quienes formamos parte de esta Casa; contribuyendo al disfrute de clientes y amigos; aportando honestamente a la sociedad, en definitiva, lo mejor de nuestros sueños y anhelos.

La bodega y su arquitectura

Cuando se penetra en el laberinto de las bodegas, construidas con recios sillares que se asientan sobre roca horadada por doquier, en formación de calados y naves subterráneas, impresiona la solidez y grandiosidad de un conjunto tectónico que ha merecido la denominación de "Catedral del Vino".

Hoy, estas instalaciones constituyen un modelo. Bodegas López de Heredia Viña Tondonia, S.A. se asientan sobre una superficie total de 53.076 metros cuadrados, de los que 19.718 se hallan en la actualidad edificados, correspondiendo 3.433, 41 metros cuadrados a la bodega subterránea, con calados de hasta 200 metros de largo, a más de 10 metros de profundidad, perforados en el corazón de un colosal bloque de piedra arenisca, a cuyos lados se prolongan hileras interminables de barricas (cerca de 13.000 barricas bordelesas se guardan en sus entrañas). Mención singular merecen las 72 tinas asimismo de madera de roble de las más diversas procedencias (Cántabro, Bosnia, Allier, Norteamericano, etc.), construidas en capacidades que van desde los 60, 100, 200, 480 y hasta 640 hectolitros, que son las de mayor capacidad. La madera de roble juega un importante papel en esta Casa, ya que tanto las fermentaciones como la crianza de sus vinos se hacen en estos envases por procedimientos completamente naturales y totalmente artesanos.

Como en la obra de las catedrales, la edificación completa no termina nunca, sino que progresa con las sucesivas generaciones que dejan la impronta de su trabajo y de su esfuerzo. Así, el esfuerzo de los López de Heredia, a partir del enorme impulso del fundador, ha dejado sus huellas en estas criptas que se conocen como "Bodega Vieja", "Bodega Nueva", "Bisiesta", "Dolorosa", "Bodega de las Reservas", "El Caladillo", "El Frontón", "El Cementerio" y "El Calado". Así pues, toda la bodega posee el encanto de las antiguas catacumbas, acompañado siempre por el sabor del viejo roble.

Los Viñedos

La obtención de la máxima calidad en los vinos requiere poseer un patrimonio agrario propio, que permita superar la dependencia de la compra de uva a los pequeños cosecheros, evitando así la diversidad cualitativa de las ofertas. Por ello, entre 1913-1914, Don Rafael López de Heredia y Landeta, a la par que iba cimentando sus instalaciones industriales, llevó a cabo la plantación Viña Tondonia, dando origen al producto más conocido de la bodega. Viña Tondonia es un hermoso viñedo de más de 100 hectáreas, situado a la margen derecha del río Ebro, donde se cultivan las viníferas más típicamente riojanas.

La Viña Tondonia es la más espectacular de Haro. Situada en una concha y abrazada por el Ebro formando una península, conforma un paisaje de aluvión, caliza y chopos.

López de Heredia posee, además, otros tres viñedos enclavados igualmente en la zona Alta de la Rioja
–beneficiándose de su microclima de neta influencia atlántica– denominados Viña Cubillo, Viña Bosconia y Viña Zaconia. Estas plantaciones están hechas en proporciones adecuadas para que la calidad se origine ya desde las viñas, base principal del prestigio de nuestros vinos.

Los viñedos son cuidados con verdadero entusiasmo y enorme atención, teniendo en total una extensión de 170 hectáreas, con una producción media anual de unos 800.000 kilos de uva, que se destinan en su totalidad a la elaboración de nuestros vinos de la más alta calidad y, por supuesto, a las grandes reservas de esta casa, cuando proceden de cosechas verdaderamente excepcionales.

De excepcionales, en efecto, pueden clasificarse las de 1976, o las de los años 1973, 1970, 1968, 1964, 1961, 1954 y así hasta llegar a la de 1883, que fue la primera que como tal reserva embotelló el fundador, y de la que aún se guardan algunas botellas en nuestra vinacoteca familiar.


Elaboración

Diversas condiciones han de cumplirse para que un vino de Rioja alcance la calidad egregia que le haga destacar y ser recordado, por mucho tiempo, entre quienes tuvieron la fortuna de beberlo. Influyen su personalidad, el clima, la tierra, el cuidado de los viñedos, su elaboración y buena crianza y, por último, esa educación superior que reciben en la bodega, durante largos períodos de crianza en las barricas de roble y luego de envejecimiento reduciéndose en la botella. Se trata de un largo proceso de perfecciones, casi místico, en ascenso de sus comportamientos y virtudes.

Siguiendo los menús de la parte superior podrá conocer con detalle cada uno de los pasos que R. López de Heredia Viña Tondonia sigue con escrúpulo en pos de lograr el "Rioja Supremo". Como puede observar, consideramos al viñedo y su meticuloso cuidado como el primer paso de la elaboración. Para nosotros no puede existir otro comienzo, pues nada es posible sin el mejor fruto.


La Tonelería: un ejemplo de tradición

Como ejemplo representativo del mantenimiento de la tradición, es la conservación y continuidad de nuestro Taller de Tonelería, el único en España que, en la actualidad, construye artesanalmente el total de las barricas utilizadas en la crianza de sus vinos.

Desde que nuestro bisabuelo fundara la Bodega en Haro, en el año 1877, la tonelería ha constituido un eslabón importante en el conjunto de la elaboración de los vinos finos de calidad. Diariamente ejercitamos la artesanía inmutable del trabajo de la madera, no sólo por tradición, sino como componente necesario e imprescindible en la consecución de la personalidad que caracteriza nuestras elaboraciones.

Históricamente, la mayoría de las bodegas elaboradoras de vinos finos de calidad realizan su crianza en barricas, factor importante de supremacía, por lo que muchas de dichas bodegas disponían de un taller de tonelería propio, y que han ido desapareciendo paulatinamente por razones obvias de rentabilidad.

En López de Heredia, como se ha dicho, continuamos manteniendo este taller, lo que ya supone un esfuerzo adicional importante; pero lo es más, al participar de forma directa y comprometida en todo el proceso tonelero: Desde la adquisición de la madera en origen (robles en su estado natural, procedentes todos ellos de los Montes Apalaches, de EEUU) hasta la construcción y montaje de la barrica con sus cellos, sin olvidar los procesos intermedios (aserrado, secado/curado, tostado…)

Pero, dicho esto, no pretendemos hacer ciencia de la técnica tonelera: Nuestro propósito es, ante todo, transmitir una serie de conocimientos al consumidor poco divulgados dentro del conjunto de la elaboración del vino; y mostrar, a su vez, los criterios que en López de Heredia adoptamos a la hora de seleccionar la madera, contribuyendo, creemos, a la mejor comprensión de las características de nuestros vinos.

www.lopezdeheredia.com


Podréis conocer más en profundidad la Historia, Vinificación, Tonelería..... en:


www.lopezdeheredia.com


FIN

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